sábado, 13 de abril de 2024

¿QUÉ TIPOS DE PILATES HAY?

 ¿Qué tipos de Pilates hay?


Pilates clásico

Hace aproximadamente cien años Joseph Hubertus Pilates decidió combinar los conocimientos que tenía de gimnasia con los de yoga, así como aquellos relacionados con la traumatología. El resultado fue el de la creación de un método que, a día de hoy, se mantiene intacto con este tipo de pilates.

No ha sufrido ninguna variación desde que fue ideado. Las colchonetas son muy habituales en estas sesiones, las cuales abarcan múltiples ejercicios. Al pasar de uno a otro hay que hacer siempre una transición.

Otros elementos también se utilizan en el pilates clásico. Los aros son un claro ejemplo, aunque dominarlos es complicado al principio. Por supuesto, los balones suizos se utilizan en la mayoría de las sesiones, así como las bandas elásticas.

Sea cual sea el elemento usado, el pilates clásico es idóneo para empezar a adquirir una mayor fuerza y lograr que todas las partes del cuerpo pasen a ser más elásticas. Para conseguir dichos resultados, en este tipo de pilates predomina un movimiento en concreto que te obliga a inclinar las caderas en dirección a la espalda. No es difícil, pero requiere práctica.

Pilates contemporáneo

Cuando un monitor de pilates se basa en el pilates clásico para desarrollar sus sesiones pero decide imprimir en ellas un estilo propio se pone en práctica el tipo contemporáneo.

La base es exactamente idéntica a la tradicional que lleva un siglo beneficiando a tantas personas, pero ciertas variaciones pueden ser introducidas no solo por el monitor. Tal vez el propio gimnasio también añada cambios, así como los participantes de las sesiones.

Si eres principiante, el pilates contemporáneo es el más recomendable para iniciarte en dicha actividad deportiva. Y es que gracias a la biomecánica, la cual no era tan conocida en tiempos anteriores cuando se creó el método pilates, aprenderás a moverte con precisión sin las restricciones propias del sistema clásico que no admite variaciones.

Pilates Mat

Si prefieres hacer pilates en tu propia casa, el método más asequible de todos es el Mat, ya que solamente necesitas la típica esterilla que también se utiliza para el yoga. Es decir, no se requieren otros elementos que exigen un mayor gasto como las fitballs y las bandas elásticas.

Todos y cada uno de los movimientos de pilates Mat hacen uso del conocido como core. Es decir, el núcleo corporal es aprovechado al máximo para completar las sesiones de manera precisa, lo cual acaba traduciéndose en un beneficio muy demandado por quienes deciden practicar este tipo de pilates.

Hablamos de decir adiós al dolor de espalda. El boca a boca ha dado pie a que el pilates Mat se extienda entre quienes tienen problemas en esta parte del cuerpo, los cuales pueden llegar a afectar muy negativamente a la calidad de vida. Por si fuera poco, las malas posturas son corregidas con el paso del tiempo.

Pilates Stott

Aunque muchos jóvenes practican este tipo de pilates, es altamente recomendable para personas que ya tienen una considerable edad y quieren beneficiarse de la práctica deportiva. Un aspecto diferenciador respecto a otras sesiones guarda relación con la columna vertebral. Todos los movimientos respetan la curva que, de manera natural, tiene dicha parte tan importante del cuerpo.

El Pilates Stott suele ser aconsejado por profesionales de la salud a pacientes que han de rehabilitarse, sobre todo de lesiones de cuello. Un claro ejemplo es el latigazo cervical, bastante frecuente por accidentes de tráfico que se producen casi a diario.

Para que la rehabilitación se produzca y los alumnos obtengan también el resto de beneficios de este tipo de pilates, es necesario incluir algunos elementos que no están presentes en el sistema clásico, el cual se respeta bastante. Aun así, hay novedades como el añadido de la semiesfera que se utiliza para mantener el equilibrio y una pelota ideal para mejorar la estabilidad del cuerpo.

Pilates Reformer

Así como el pilates contemporáneo se recomienda a los principiantes, todo lo contrario pasa con el de tipo Reformer. Y es que sus ejercicios son bastante complicados si nunca antes has llevado a cabo esta disciplina deportiva. Además, es difícil hacerlo en casa, ya que se requiere una maquinaria muy específica.

Nos referimos a una estructura que imita la cama. Los rieles implementados en el conjunto sirven para que la plataforma vaya deslizándose, obligando al cuerpo a esforzarse tratando tanto con resortes como con cuerdas. Adaptarse a los ejercicios con correas no es sencillo, exigiendo la presencia de un instructor que te vaya orientando para que puedas completar las sesiones ejecutando los movimientos de forma precisa.

Al permanecer tumbados, los alumnos hacen que las partes de su cuerpo que más se esfuercen sean tanto el abdomen como la espalda. Combinando este tipo de pilates con los mejores suplementos conseguirás unos resultados muy buenos a la hora de aumentar tu masa muscular. Eso sí, las sesiones terminan con un desgaste físico bastante superior al del resto de alternativas.

La intensidad es máxima en todo momento, factor que se traduce en que sean quemadas una gran cantidad de calorías. Es por este motivo que el pilates Reformer es idóneo para esos deportistas que tienen como principal objetivo la pérdida de peso para alcanzar un IMC lo más saludable posible.

Aquellas personas que pretenden obtener los mejores resultados al optimizar la postura de la espalda e incluso coordinar todos los movimientos encuentran en el pilates Reformer la solución perfecta. De hecho, practicarlo habitualmente mejora su día a día, ya que pasan a tener una mayor resistencia y movilidad en situaciones cotidianas, lo cual aumenta su productividad laboral y/o estudiantil.



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