sábado, 13 de abril de 2024

QUE SON LAS AGUJETAS

 Qué son las agujetas


Concretamente son dolores que afectan directamente a los músculos, apareciendo de forma tardía. Es decir, tardan en pasar factura, ya que la molestia propia de las pequeñas roturas musculares no es inmediata.

Aunque no siempre pasa, frecuentemente la afectación de los músculos no solo se resume en dolor, sino que también termina produciéndose una inflamación.

Por qué salen agujetas


Las micro-roturas se producen básicamente por llevar a cabo una actividad física cuyo nivel de intensidad es superior a aquel con el que acostumbran a tratar tus músculos.

No solo nos referimos a ejercicios de musculación, sino a cualquier tipo de disciplina deportiva que haga que los músculos se esfuercen mucho. Aunque no lo notes, se van produciendo esas roturas que posteriormente acaban traduciéndose en agujetas.

Antiguamente se creía que las agujetas salían por ir acumulando ácido láctico. Sin embargo, a medida en que los científicos fueron investigando, se descartó esta teoría junto a otras similares.

En cualquier caso, las agujetas no son graves, pero no por ello hay que darles poca importancia. Y es que en ciertas situaciones es posible confundir el dolor de las micro-roturas con lesiones que, en caso de no ser tratadas, podrían empeorar. Un claro ejemplo es el de las agujetas en la espalda, confundidas habitualmente con la lumbalgia.

Cómo prevenir las agujetas


Ahora que ya sabes por qué salen agujetas, es un buen momento para averiguar las maneras que hay de prevenir su aparición. La primera clave a aplicar consiste simplemente en ir poco a poco.

Y es que es habitual entre los principiantes dar comienzo a una actividad física por todo lo alto, precisamente por el hecho de no estar notando ninguna molestia durante la misma. Se trata de un error que puede tener sus consecuencias en forma de esas micro-roturas. Para evitarlo, da comienzo al deporte de la manera más progresiva posible.

Por ejemplo, para evitar las agujetas piernas que tan frecuentes son entre los runners, no corras más de cinco o diez minutos la primera vez que salgas. Exactamente lo mismo hay que hacer con el resto de ejercicios: no empezar con un esfuerzo exagerado, sino ir aumentando el tiempo y la intensidad mes tras mes.

A su vez, es importante calentar bien. No importa qué tipo de ejercicio físico vayas a hacer, pero los movimientos de calentamiento han de realizarse con los diversos grupos musculares que van a entrar en juego. Un buen ejemplo es el de calentar la zona abdominal si haces kayak, previniendo así las agujetas abdominales y no solo las de los brazos.

Por supuesto, también hay que hacer estiramientos. Incluso si crees que la intensidad de la sesión deportiva no ha sido excesiva, conviene que estires cada grupo muscular que ha llevado a cabo un mayor o menor esfuerzo durante el ejercicio.

Finalmente no te olvides de recuperar una sustancia de los músculos que es de gran importancia. Hablamos del glucógeno, la cual puede volver a sus niveles óptimos con la simple acción de hidratarte bien, así como alimentarte con una dieta que tenga bastantes carbohidratos y aminoácidos esenciales. Si no lo consigues mediante alimentos, tienes la posibilidad de optar por suplementos deportivos.

Entrenar con agujetas


En ocasiones las agujetas no duran uno o dos días. Si el esfuerzo que las ha ocasionado fue considerable, te acompañarán a lo largo de una semana o incluso más. Es por este motivo que tal vez no quieras interrumpir durante tanto tiempo el entrenamiento que sueles llevar a cabo. Así pues, te plantearás la posibilidad de entrenar con agujetas.

Lo cierto es que se puede e incluso es beneficioso, pero para ello has de hacer las cosas bien. ¿Tienes agujetas en los brazos? Eso significa que hiciste pesas por encima de tus capacidades, así que no vuelvas a cometer el mismo error. Haz una rutina de menor intensidad para favorecer la recuperación de ese grupo muscular.

No dudes en aplicar la misma clave con el resto de micro-roturas que son muy habituales entre deportistas, sobre todo las agujetas en los gemelos, ya que el running se puso bastante de moda hace una década y a día de hoy sigue siendo practicado a diario con una excesiva intensidad o superando el tiempo que el tronco inferior es capaz de tolerar.

Si optas por entrenar con agujetas sin que la intensidad sea elevada, ese ejercicio físico no impedirá que los músculos sigan con su recuperación. De hecho, la revascularización del área afectada eliminará metabolitos, con todo lo positivo que conlleva sin que ningún músculo se catabolice.

Los mejores remedios para quitar las agujetas


Ya sabes cómo prevenir las agujetas e incluso de qué manera puedes entrenar si tienes dolores por las micro-roturas musculares. Aun así, pasa el tiempo y no consigues eliminar esas molestias. ¿Sabías que hay varias maneras de acelerar el proceso?

Así es, aplicando las siguientes claves conseguirás acabar con ellas, incluso con las que suelen ser más difíciles de quitar. Una clara muestra es la de las agujetas en el pecho, las cuales desaparecen junto a las demás si pones en práctica estos consejos.

Antes de mencionarlos, es importante que no te dejes llevar por falsos mitos, como aquel que indica que va bien el agua con azúcar para las agujetas. Tal como hemos visto antes, las pequeñas roturas de los músculos no vienen dadas por la acumulación del ácido láctico, así que dicha combinación no te beneficiará.

Afortunadamente sí hay muchos otros remedios que han demostrado ser efectivos para combatir las agujetas. Uno de los más recomendados para los deportistas que se ven muy afectados por el dolor consiste en tomar analgésicos.

En este sentido, uno de los más recomendables es el paracetamol para las agujetas. Sin necesidad de consumir un gramo, bastando con una dosis de 600 mg, notarás una gran mejora en cuestión de un par de horas. Recuerda no tomar otro hasta haber transcurrido ocho horas.

Puedes optar por otros medicamentos que también son bastante eficaces. Por ejemplo, muchos deportistas toman ibuprofeno para las agujetas, aunque es preferible decantarse por el anterior al metabolizarse en el hígado.

Por otra parte, ¿recuerdas que antes hemos dicho que las agujetas suelen ir acompañadas de una inflamación de la zona? Lo demuestran las agujetas en los muslos, las cuales pueden mejorar mucho si aplicas hielo en el área afectada. Cúbrelo para que no dañe la piel y solo te aporte beneficios: menos dolor y recuperación mucho más rápida del grupo muscular.

Otro de los mejores remedios caseros agujetas es estirar los músculos que han sufrido las micro-roturas en caso de que al final optes por entrenar con agujetas. Ambas acciones se traducirán en recuperarte en un tiempo récord, pero recuerda que la actividad física que hagas tiene que ser de baja o media intensidad.

Retomando el mito del agua con azúcar para las agujetas, si bien es cierto que esta combinación no ayuda, sí lo hace el simple hecho de beber. Hazlo abundantemente para que, de forma paulatina, vaya bajando el dolor de esas pequeñas roturas de tus músculos. Si por unos u otros motivos no te gusta demasiado beber tanto agua, puedes optar por una combinación de zumos: naranja y piña, mezclando así vitamina C y bromalina, dos sustancias que conjuntamente mejoran las agujetas.

Los nutricionistas suelen recomendar el tomillo. Y es que es otro buen remedio casero agujetas, sobre todo si lo tomas a modo de infusión. Un par de ellas serán suficientes para que los dolores se reduzcan.

Adicionalmente no puedes pasar por alto la existencia de cremas para agujetas. Algunas de ellas son bastante efectivas. Un muy buen ejemplo es el de las que contienen aceite esencial de lavanda.

Sean cuales sean los ingredientes que contenga la crema para agujetas, la cual incluso puedes elaborar tú mismo, es importante que la apliques con suaves movimientos circulares sobre la zona a tratar.

Por último, si las agujetas persisten puedes recurrir a la fisioterapia. No solo nos referimos a un buen masaje en la zona, sino también incluso a la electroestimulación. Acudir a un profesional te ayudará a descartar la existencia de posibles lesiones musculares que te hagan creer que son agujetas.



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