La velocidad del tránsito intestinal es fundamental para evitar el estreñimiento y otros problemas de salud más preocupantes: te contamos cómo calcularla y te damos algunos tips para que tu digestión no se retrase más de lo debido…
Nuestro intestino es el ayudante perfecto para absorber los nutrientes que necesitamos y alejar las infecciones de nuestro cuerpo. Limpiándolo regularmente de toxinas y residuos, logramos que cumpla con estas funciones.
La velocidad del tránsito intestinal es mucho más importante de lo que pensamos. Si la digestión se retrasa más de 54 horas puede desencadenar en un proceso de putrefacción, que puede hacer que se multipliquen las bacterias patógenas y se acumulen las toxinas.
LA VELOCIDAD DEL TRÁNSITO INTESTINAL ES MUY IMPORTANTE PARA EVITAR EL ESTREÑIMIENTO
El colon o intestino grueso forma el último tramo del tubo digestivo que puede llegar a medir entre uno y dos metros de largo y alcanzar un diámetro de hasta 12 centímetros.
El colon de un adulto puede contener hasta dos kilos de bacterias, que forman otro órgano, el microbioma intestinal. Las heces constan en un 70 por ciento de su peso de bacterias, mezcladas con fibras y células descamadas.
El colon no es una bolsa que aloja la basura, sino un órgano que realiza funciones importantes como:
- Ofrecer un hábitat a las bacterias beneficiosas e imprescindibles.
- Absorber agua, restos de glucosa, sodio y vitamina K.
- Desintoxicar el cuerpo.
- Eliminar sustancias nocivas.
Por eso hay que cuidar el tránsito intestinal. Nos interesa saber cuánto tiempo le lleva a los restos alimentarios atravesar el colon.
En caso de que este proceso sea demasiado lento, conviene activar el tránsito intestinal para evitar el estreñimiento.
CALCULA LA VELOCIDAD DE TU TRÁNSITO INTESTINAL
- Ingiere un alimento que cambie el color de las heces, como la remolacha. Apunta la hora de la ingesta.
- Controla el momento en que tus deposiciones presentan un color negro (si has tomado carbón) o rojo oscuro, si has elegido la remolacha. Calcula las horas totales del «viaje» intestinal.
Obtendrás un dato orientativo para comenzar a entender el proceso, porque tu tránsito intestinal varía según:
- La cantidad de agua que bebas.
- El ejercicio físico.
- La actividad hormonal de tu organismo.
- La calidad de las comidas.
- Las emociones que experimentes.
EVITAR EL ESTREÑIMIENTO: ¿QUÉ OCURRE SI TENGO UN TRÁNSITO LENTO?
Una función intestinal lenta (estreñimiento) causa la llamada «toxemia intestinal» que, con el tiempo, irrita, inflama y aumenta la permeabilidad de las mucosas intestinales.
Significa que toxinas, metabolitos y fracciones de las membranas bacterianas pueden viajar al hígado y después a otros órganos y causar una inflamación crónica y un daño sistémico.
Existen evidencias científicas que vinculan el estreñimiento crónico y la dieta desequilibrada con artritis, fibromialgia, varios tipos de cánceres, hígado graso, alergias, sobrepeso, diabetes, depresión y envejecimiento precoz.
CONSEJOS PARA EVITAR EL ESTREÑIMIENTO
1. MAGNESIO
La suplementación diaria con 450 mg de citrato, carbonato o biglucinato de magnesio desinflama, hidrata las heces y beneficia a la microbiota.
2. MUCÍLAGOS
Las fibras mucilaginosas que proporcionan el psyllium, las semillas de chía y lino o el gel de aloe vera, activan el flujo de bilis y mejoran el funcionamiento del hígado.
3. ALIMENTOS LAXANTES
Puedes tomar ciruelas pasas u orejones de albaricoque hervidos junto con la compota de las mismas frutas. La remolacha, el kéfir de cabra y el batido de apio, limón y jengibre también son eficaces.
4. EJERCICIO FÍSICO
Estiramientos, masaje abdominal, posturas específicas de yoga, pilates, ejercicios hipopresivos y respiraciones abdominales favorecen el peristaltismo intestinal, además de producir otros beneficios.
Cuando ya hemos conseguido que el tránsito intestinal sea fluido y evitar el estreñimiento, es un buen momento para regenerar las mucosas intestinales, de manera que se recubran con una nueva capa protectora.
5. DIETA RICA EN FIBRA
Hay que «resembrar» y equilibrar a las bacterias que habitan en el colon. Para ello, durante 8-12 semanas, conviene llevar una dieta reducida en harinas y productos de origen animal, y muy enriquecida con la fibra digestiva y prebiótica de las verduras.
Toma variedades de todos los colores y texturas, frutas, legumbres en forma de puré y frutos secos previamente remojados.
6. AYUNO NOCTURNO
El colon agradece el reposo nocturno que le permite continuar con la regeneración y cicatrización interna.
Un ayuno intermitente de 16 horas, al menos dos días por semana, es recomendable para evitar el estreñimiento.
Para realizar este ayuno que trae un beneficio al sistema digestivo y al metabolismo, se puede merendar sobre la media tarde (a las 19 horas, por ejemplo) y no se vuelve a consumir nada sólido hasta el desayuno a las 11 de la mañana.
Solo se puede beber agua, infusiones sin azúcar y caldos de verdura.
7. SUPLEMENTOS PROBIÓTICOS
Es fundamental disponer de una diversidad de bacterias beneficiosas. Además de incluir alimentos fermentados en la dieta (yogur y kéfir de cabra, chucrut casero, etc.), se pueden rotar diferentes suplementos probióticos cada dos o tres semanas durante tres meses.
Son esenciales las bifidobacterias, que controlan la espasticidad y la motilidad intestinal, reducen la inflamación y producen otros beneficios para la salud. Se pueden alternar, por ejemplo, con lactobacilos y otras fórmulas y combinaciones de diversos probióticos.